El día que descubrí a Emë
En marzo 2019, estaba frente a una de las noticias más retadoras que me daría mi segunda maternidad.
Mi hijo tenia alergias alimentarias múltiples y yo tenia que cambiar toda mi dieta para continuar con la lactancia materna.
Fue un proceso largo dar con todos los alimentos exactos que le producían las alergias y las reacciones cutáneas y gástricas que tenía.
No fue fácil ver como tenía dolor y yo sin mucho que pudiera hacer…
La noticia por un lado me daba un diagnóstico y una guía para saber qué tenía mi hijo y aunque no fue fácil asimilarlo, en ese momento tenía un presupuesto muy ajustado y recientemente había hecho las compras del supermercado. Sólo podía pensar ¿¡Qué hacía yo con 12 cajas de leche que no podía consumir?! Y así con otro montón de artículos que compré en grandes cantidades, estaban ahí….viéndome a la cara.
Envuelta en estos pensamientos, llorando y muy muy cansada atendiendo a un recién nacido que no dormía por el dolor… quería comer algo dulce.
Para mi comerme «algo dulce» va más allá del postre, para mi eso es darme un tiempo especial para disfrutar de algo delicioso… pero con tantas restricciones no había absolutamente nada a mi alcance que pudiera mandar a pedir para comer.
Hasta que encontré a Emë.
Y no solo encontré a Emë… encontré a Gabriela.
Cuando encontré a Gabriela
Gabriela es la luz en esa tormenta para mi. Gabriela me recibió en la puerta de su casa un domingo a las 9pm, sin siquiera conocerme, la contacté a las redes sociales cuando en un grupo de Facebook leí que su producto era una opción segura para madres en la dieta del amor, todas las tiendas estaban cerradas… y corrí con la suerte de que Gaby estuviera despierta y tuviera producto en su casa.
Ella hasta el dia de hoy no sabia que cuando yo y mi hijo llegamos a su casa esa noche, acababa de ser rechazada una vez más y enviada con una colilla de recordatorio de que en esto…estaba sola…
Gabriela me mostró que no podia estar más alejado de la realidad, ella me dio palabras de aliento en ese instante, un frasco de leche condensada de coco y otro de dulce de leche de coco y me dijo un «si tienes dudas me puedes escribir espero que todo mejore». Fue la primera vez que viví la empatia alimentaría.
Nunca más me volví a sentir sola. Con el emprendimiento tan maravilloso que tiene, me acompañó en cada fresa con manjar que me comía, en cada mezcla de gelatina con leche de coco condensada que me devolvía a tierra y me daba esperanza.
Eme no vende leches de coco condensadas, Eme vende compañía y esperanza, muestra que la vida aun si estamos en un momento adverso puede ser dulce.
Y siempre le estaré agradecida.. por consolar a una madre que en un frasco de leche condensada de coco vio la salida.
Ahora en 2020…
Más de un año después, Nico y yo vamos avanzando y él ha logrado superar poco a poco la mayoría de las alergias, pero si me preguntas si hay algo que aún superando todas las alergias seguiría consumiendo, es el dulce de leche de coco de Emë ¡a cucharadas! .
Si quieres conocer más de Gaby, ella escribe de su experiencia aquí.